Magnetización y Consagración de Amuletos con el Péndulo.

Magnetización.

La magnetización de objetos se produce cuando infundimos dicho objeto con cierta energía que en este caso sería la nuestra propia, de esta manera hacemos "nuestro" este amuleto que se convierte en una extensión de nosotros mismos y como un imán atraerá hacia sí y su dueño aquello mismo para lo cual dicho amuleto fue preparado.

No todos los amuletos necesitan ser magnetizados.
Hay amuletos que son considerados "tradicionales", por decirlo así, los cuales han sido popularmente conocidos por décadas y hasta siglos por poseer un poder ( energía) especial comprobado como beneficioso y efectivo para ciertos fines, por ejemplo: la trenza de ajos, que sirve de protección contra "vampiros" y malos espíritus, las figuras de elefantes que atraen la prosperidad y la imagen del Buda para la abundancia.

Muchos de estos amuletos los podemos comprar para uso propio o para dar como obsequios. Como dije anteriormente, cualquier objeto puede convertirse en un amuleto, pero cuando se trata de un amuleto personal, entonces todo cambia, en este caso sí debemos magnetizar dicho amuleto pues como su nombre lo dice, es"personal", solamente para esa persona y tiene que estar armonizado con esa energía particular y convertirse en "parte" de ella.

Magnetización con el péndulo.

Para magnetizar un amuleto con el péndulo, el procedimiento es muy sencillo, primero que todo el péndulo tiene que ser magnetizado, si es que todavía no se ha hecho (capítulo 3) luego el amuleto debe de ser limpiado o purificado de otras energías que se hubiesen acumulado en el, esto se puede lograr sumergiéndolo en agua de mar o en agua corriente mezclada con sal marina y si esto no es posible, en último instante se puede usar sal corriente, se seca muy bien y se pasa por el humo de incienso de mirra, después se ponen el amuleto y el péndulo en una pequeña bolsita y se cargan consigo todo el día al lado izquierdo del cuerpo (se puede asegurar internamente a la vestimenta con un broche o un alfiler) por la noche se le puede poner al lado izquierdo de la almohada. Se debe hacer esto por una semana, al final de la cual el amuleto estará completamente magnetizado y listo para consagrarse, si así se desea.

Consagración.

Cuando hablamos de consagrar algo, esto significa hacer una dedicación u ofrenda, que en éste caso, se hace ya sea al Creador, Ser Supremo, al Dios y la Diosa, Universo, Inteligencia o como usted le quiera llamar a la energía primordial de la cual todo el Universo, incluyéndonos a nosotros, fue creado.

Algunas personas hacen sus consagraciones a Deidades, Ángeles o Santos de su devoción, quienes vienen siendo ramificaciones o aspectos de ésta misma energía. También cuando consagramos algo, algunas veces, lo dedicamos a algún objetivo como por ejemplo: para el amor, negocios, buena suerte etc.

La consagración de amuletos es opcional, pero es una buena idea, pues al hacerlo enlistamos el poder y la ayuda de dicha o dichas energías.

Para consagrar un amuleto primero tenemos que preparar el péndulo; en un altar o en una mesa cubierta con una manta blanca, se colocan, una vela blanca pequeña, que simboliza el fuego, un recipiente pequeño con agua y otro con un poco de tierra o arena, simbolizando por supuesto agua y tierra respectivamente y por último incienso (cualquiera es bueno) que simboliza el aire, estos se arreglan en forma de circulo.
Se toma el péndulo y se pasa primero por la llama de la vela (rápidamente) luego por el humo del incienso, después por la tierra o arena, finalizando con el agua, se le pone en medio del circulo y se concentra por unos minutos en transmitirle poder y energía, dejarlo allí hasta que se queme la vela y el incienso.
Ahora el péndulo ya está listo para consagrar cualquier objeto.

Consagración con el péndulo.

Para consagrar un amuleto con el péndulo, primero tenemos que preparar el péndulo como lo describe el párrafo anterior, luego se prepara el altar o la mesa de la misma manera que para la preparación del péndulo, solo que esta vez se usarán dos velas blancas y un incienso de mirra o de iglesia (frankincense) Ahora colocar el amuleto en el centro, encender las velas, el incienso y luego suspender el péndulo sobre el amuleto, concentrarse por un momento y decir lo siguiente:

Por el poder de los cuatro elementos que se canaliza
a través de mi péndulo este amuleto
ante mi yo consagro en este momento se carga
con toda la fuerza de sus energías místicas
y ahora lo dedico al Ser Supremo
y al universo como una herramienta mágica
para beneficio y bienestar de (nombre de la persona)
Así sea

(Esta oración puede ser modificada para acomodar a la o las deidades que se prefieran)
Se deja oscilar el péndulo por un momento sobre el amuleto y luego repetir lo dicho hasta hacerlo tres veces, se coloca el péndulo junto al amuleto y se dejan allí hasta que las velas y el incienso se terminen de quemar