Campesinos hondureños listos para vender palmas durante el Domingo de Ramos

Tegucigalpa, 27 mar (EFE)

Decenas de campesinos de Honduras ocupan hoy los templos católicos de las principales ciudades del país con palmas para vender el Domingo de Ramos, día que marca el inicio de la Semana Santa.

En Tegucigalpa, algunos de los campesinos llegaron ayer y anoche durmieron en el atrio de la catedral y otras iglesias.

"Nosotros venimos desde hace 18 años a vender los ramos para que sean bendecidos el Domingo de Ramos", comentó a Efe Cipriana Ramírez, quien acompañada de dos hijos se instaló hoy con cinco sacos de palmas.

Otra vendedora, María Paz, originaria de Alubarén, en el sur de Honduras, dijo que viene a la catedral de Tegucigalpa a vender ramos desde hace 20 años, y que este no ha sido la excepción, acompañada también de sus hijos.

"Estamos aquí por voluntad de Dios.
Él nos permite venir con las palmas para los ramos, además de que nos cuida y nos tiene con salud", dijo Josefa Rodríguez en representación de sus colegas.

Hombres, mujeres y niños del campo elaboran cruces y ramos entre otros motivos religiosos que venden a feligreses católicos para que sean bendecidos en la misa del domingo con la que se conmemora la entrada de Jesús a Jerusalén.

En ciudades como Tegucigalpa, los campesinos llegan provistos de alimentos, agua, toallas y sábanas, entre otros pertrechos, para abastecerse durante su estancia de hasta tres días para vender los ramos.
La mayoría de los vendedores no regresará hasta el próximo lunes a sus comunidades de origen.

Los preparativos de la Semana Santa en Honduras incluyen la confección de alfombras a base de serrín en vivos colores, que adornan las principales calles por donde pasarán las procesiones del Domingo de Ramos, así como las del Jueves y Viernes Santos.

El coordinador de la confección de alfombras de la Alcaldía de Tegucigalpa, Elder Risieri, dijo a Efe que desde hace un mes y medio se inició la actividad con la elaboración de las plantillas de cartón que darán forma a las obras de arte religioso hechas con serrín.

Agregó que decenas de mujeres trabajan en un espacio de lo que fue la Penitenciaría Nacional en Tegucigalpa confeccionando las plantillas y dándole color al serrín.

A partir del próximo lunes algunas calles próximas a la Catedral de Tegucigalpa serán cerradas para que los artesanos comiencen a elaborar las alfombras, una tradición que se inició hace más de 40 años en la ciudad colonial de Comayagua, antigua capital de Honduras.